Viana, elevada sobre un cerro, mira plácidamente hacia el horizonte. Su muralla abre ahora las puertas para dar paso a numerosas e interesantes casas solariegas, palacios e iglesias que muestran el esplendor que vivió entre los siglo XVI y XVIII. La ciudad, de rica gastronomía y vinos de buen paladar, acoge al visitante y se despide del peregrino que atraviesa la última localidad del Camino de Santiago navarro.
En Viana encontrarás dos importantes ejemplos de arte religioso: las iglesias de Santa María y San Pedro. La majestuosa iglesia de Santa María es uno de los monumentos más llamativos de la localidad.
Al pie del templo, bajo las losas del atrio, descansan los restos del que fuera guerrero, príncipe y cardenal César Borgia, fallecido cerca de Viana en 1507.