Gracias a las inversiones realizadas y a la iniciativa privada, el 13 de Julio de 2006 en Vilnius, capital de Lituania, el Comité Mundial de la UNESCO declaro al Puente Vizcaya Patrimonio Mundial basándose en los siguientes criterios.
Los orígenes del Puente se remontan a la recta final del siglo XIX. Son los años de la regencia de María Cristina (1885-1902) durante la minoría de edad de su hijo Alfonso XIII.
El objetivo que se perseguía al construir el Puente de Vizcaya era unir las dos márgenes de la desembocadura del Nervión sin entorpecer la navegación.
El diseño fue obra de Don Alberto Palacio Elissague, conocido también por su participación en la construcción del Palacio de Cristal del Parque del Retiro, en Madrid. El ingeniero francés Don Ferdinand Joseph Arnodin se hizo cargo de la construcción de la obra, y el empresario textil bilbaíno Don Santos López de Letona fue el principal valedor y financiador del proyecto.